050323

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El viejo arroyo

al borde del camino,

es ahora barro.


Hedores fuertes,

basuras y cemento.

No quedan flores.


Senda empinada.

Con ella, muros, techos,

nuevos sudores…


Pasan los pájaros,

y sólo se detienen

los carroñeros.


Sube la gente

con sus llantos y risas.

Crece la urbe.


Tras una reja,

la niña en el balcón

contempla el mundo.


El callejón.

Ronroneo de carros

de madrugada.


Por la ventana

se asoman cuatro niños,

brillan sus rostros.


Bajo la puerta,

el viento pasa aullando

en cada mayo.


Truenan portazos.

El viento repentino

anuncia lluvia.


Llanto de niños.

El viento arrancó el techo.

Ahora se mojan.


Melena de agua y

lágrimas de bambú

sobre el asfalto.


Vieja en harapos.

Al beber del desagüe

arruga el rostro.


Sobre otras ruinas

a la orilla del río,

casas de cartón.


Sólo una gripe

y su niña de un año,

murió en sus brazos.


El metro lleno.

Se enjuga frente el vidrio

los ojos húmedos.


Entre piropos

y lamentos amargos.

Viejo borracho.


De noche pasa

con sus hijos hambrientos.

No nos bendice.


Toque de queda…

Apagón y patrullas…

Gritos de madres.


La luz del alba.

Con olor a café

despierta el barrio.


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Ahora es barro.

Muere aquí este arroyo.

Hedores fuertes.


No quedan flores,

sólo basura al borde.

Senda empinada.


Nuevos sudores

cargan techos y bloques.

Pasan los pájaros.


Los carroñeros

impávidos contemplan.

Sube la gente.


Crece la urbe

y la gente se aísla

tras una reja.


Contempla el mundo,

la niña en una esquina

del callejón.


De madrugada,

ronronean los carros

tras la ventana.


Brillan tres rostros

cuando la luz se cuela

bajo la puerta.


En cada mayo,

el viento repentino

truena portazos.


Anuncia lluvia.

En las casas sin techo,

llanto de niños.


Ahora se mojan.

En las calles corren

melenas de agua.


Sobre el asfalto

duerme bajo la lluvia.

Vieja en harapos.


Arruga el rostro

al desbordarse el río

sobre las ruinas.


Casas de cartón.

Amenaza con muerte

sólo una gripe.


Murió en sus brazos

camino al hospital.

El metro lleno.


Los ojos húmedos

se enjuga frente al vidrio,

entre piropos.


Viejo borracho.

Con lamentos amargos

pasa en la noche.


No nos bendice

el abuelo asustado…

Toque de queda…


Gritos de madres

en noche de redada…

No hay luz al alba.


Despierta el barrio.

Sube hediondez de cloaca

del viejo arroyo.


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